“El canal de Panamá es una de esas
maravillas que te envuelven desde que tomas contacto. Una obra de tal magnitud
y carga simbólica invita a reflexionar sobre qué motivos han llevado a la
humanidad a retar a la naturaleza con tanta determinación, hasta el punto de
conectar los océanos Atlántico y Pacífico mediante una vía acuática”
José Peláez, Ingeniero de Sacyr desde 1993 y participante en la obra de ampliación del
Canal de Panamá
Esta
idea de interconexión viene desde 1534
y fue propuesta por primera vez por Carlos I de España quien quería recortar el
tiempo de navegación de los barcos transatlánticos. Sin embargo, cuenta la
Historia, el continuo estado de guerra que azotaba Europa y la insuficiencia
tecnológica de la época desembocaron en que todos los estudios realizados no fueran
plasmados en la realidad.
Durante
el siglo XIX fueron impulsadas distintas expediciones con el fin de explorar
las posibles alternativas de paso por el istmo. Las intenciones eran diversas,
desde un objetivo meramente comercial
hasta el geopolítico o el geoestratégico. También durante este siglo se
alcanzó otro hito importante: la construcción de un ferrocarril transoceánico
que fue imprescindible para la construcción del canal y que hoy en día sigue
operando.
La
francesa Compagnie Universelle del Canal
de Panamá es la empresa que obtiene la concesión Wyse del gobierno colombiano para construir y explotar la vía
interoceánica, iniciando el proyecto el 10 de enero de 1880. El intento francés sucumbió por el
clima (propicio para el contagio de enfermedades como la malaria y la fiebre
amarilla), la concepción de la obra (que tropieza contra la geología y
topografía de Panamá) y, por último, los problemas financieros que terminan por
hacer inviable la obra.
En 1889 EEUU pasó a jugar un papel
principal cuando, por intereses geoestratégicos (conectar este y oeste),
adquiere la concesión de la empresa francesa para realizar el canal y renueva
con Panamá (pocos días después de que se independizaran de Colombia) acuerdos
más ventajosos para la explotación de la vía con una concesión a perpetuidad. El
país norteamericano pagó unos 40 millones de dólares a los franceses por sus
derechos sobre el canal, 10 millones a Panamá por las nuevas concesiones y
aproximadamente 325 millones por la construcción del canal. Esto hace un total de 375 millones que actualizados
rondarían los 8 mil millones de dólares.
Actualmente, entre 35 y 40 embarcaciones son capaces de transitar por el canal cada día |
Entre
1904 y 1913 un total de 56.307 personas trabajaron en la construcción, de los
cuales 11.873 eran europeos, 31.071 de las Antillas, 11.000 de los EEUU según
fuentes del Canal
de Panamá. Se cree que durante la obra fallecieron 22.000 personas en el
periodo francés y 5.700 en el estadounidense. Aunque inicialmente se pensó que
la causa principal eran el polvo y los humos, fueron la malaria y la fiebre
amarilla quiénes más vidas se llevaron.
Inaugurado el 15 de agosto de 1914 y con más de 100 años de
antigüedad, el Canal consigue acortar en tiempo (dos semanas de navegación aproximadamente)
y distancia (reduciendo entre 6.000 km y 13.000 km según origen y destino)
dinamizando así la vía de navegación interoceánica.
Actualmente, entre 35 y 40
embarcaciones son capaces de transitar por el canal cada día; al término del
año fiscal 2011, 1.015.721 embarcaciones lo habían hecho desde su inauguración
97 años antes. Durante el año 2012 las naciones que más utilizaron el canal
fueron EEUU, China, Chile, Japón y Corea del Sur.
Debido al crecimiento del tamaño
de los barcos y del número de contenedores transportados, era necesaria una ampliación del canal. En referéndum
el 22 de octubre de 2006 un 76,8% de los panameños votantes aceptaron el
proyecto, cuyo coste aproximado rondaría los 5.250 millones de dólares. Con la
ceremonia de explotación del suelo en septiembre
de 2007 se comenzó la primera fase de la expansión del canal.
El objetivo era aumentar la
capacidad de barcos que pudieran atravesarlo, reducir el número de horas que
éstos tenían que esperar por los cuellos de botella (aproximadamente unas 18
horas para poder entrar en las esclusas) y permitir el tránsito de mayores
embarcaciones (de los 4.500 TEU actuales hasta 13.500 TEU esperados).
Es a finales de este mes cuando
se espera poder inaugurar la ampliación del Canal de Panamá, pero veremos
si se materializa y analizaremos, más adelante, qué es todo lo que ha ocurrido
en estos nueve años para poder alcanzar esta majestuosa obra de ingeniería…
Juan Abascal Alonso
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