El Ala Oeste de la Moncloa: marzo 2016

jueves, 31 de marzo de 2016

Reformando la reforma laboral

LAS PROPUESTAS DE LOS PARTIDOS DEBEN CENTRARSE MÁS
EN EL MODELO PRODUCTIVO Y EN CÓMO GENERAR EMPLEO

La reforma laboral del PP de 2012 ha sido uno de los principales caballos de batalla de la última legislatura y parece que lo continuará siendo en los próximos meses. No está tan claro qué país queremos ser, ni el modelo productivo en el que queremos basar nuestro futuro, pero la mayoría de los partidos y sindicatos sí que tienen ideas sobre este asunto en particular y todas pasan por derogar dicha reforma. Desde su promulgación, se han hecho enmiendas a la totalidad que adolecen de la falta de concreción clásica de las ideas que emanan de la ideología y no del razonamiento, y cómo no, de alternativas viables, más allá de volver a la ley anterior. 

De manera similar, en las últimas semanas las distintas fuerzas políticas han centrado parte de su campaña (pues en eso nos encontramos) en cambiar la reforma, compartiendo casi todas la propuesta de redactar un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Los últimos han sido los diputados de En Comú, que esta semana han propuesto en el Congreso la derogación de las reformas de 2010 y 2012, recogida a su vez por Podemos en el documento base que debía de sustentar un pacto con el PSOE. A lo mismo se comprometió Pedro Sánchez durante las elecciones en repetidas ocasiones.

Recientemente, C’s y PSOE han incluido en su pacto diversas medidas orientadas a "equilibrar la posición de los empresarios y sindicatos”. Si la reforma del PP iba orientada a la flexibilizar la negociación colectiva en el ámbito de la empresa en detrimento de la negociación sectorial, ahora se pretende recuperar la primacía de los convenios a nivel del sector. Ello supone una abstracción de la situación particular de cada empresa y, en materia de empleo, no debería primar tanto la abstracción como la flexibilidad. En cuanto a la posición de empresarios y sindicatos, se suele afirmar que una de las grandes obsesiones de C’s es la de convertirnos en Dinamarca y, en materia de empleo y del papel de los sindicatos, hay algunos, como Paul Krugman, que comparten esta aspiración para su país. En España, sin embargo, el peso de los sindicatos, aunque lejano del de los países nórdicos, se ha mantenido cercano a la media de los países de la OCDE. Por otra parte, la principal propuesta de ambos partidos es reducir el número de contratos (aparcando, de momento, el contrato único) y la creación de la llamada “mochila austríaca”, un fondo que sirva para financiar parcialmente el coste de despedir a un trabajador, acumulándose a su jubilación si no se dispone de él, y que incentive la contratación indefinida. Esta idea sí va en la dirección de resolver una de los principales problemas de nuestro mercado laboral, que es fundamentalmente la dualidad. No estamos solos en este asunto y ha sido precisamente la Comisión Europea quien ha pedido recientemente al gobierno que profundice en la legislación laboral introducida y que se acabe con las enormes diferencias entre trabajadores indefinidos y temporales que, de acuerdo con las estadísticas de la OCDE representan casi un 70%.
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La incertidumbre política actual no está favoreciendo el empleo
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La incertidumbre política actual está paralizando las inversiones en nuestro país, como es lógico. Sin embargo, en esta materia en particular, la incertidumbre no solo no está favoreciendo el empleo, sino que está acarreando consecuencias negativas como la deslocalización y, en particular, la consiguiente destrucción de puestos de trabajo. Ante la posibilidad de que se derogue la reforma de 2012, hay empresas están llevando a cabo despidos que podrían resultar más costosos con una nueva legislación, lo que podría suponer, según los expertos, un cambio respecto a la tendencia a la baja del número de EREs en el último año.

Desde el año 2008, los españoles consideran el paro como el principal problema de nuestro país. En cambio, la preocupación por la situación económica ha ido perdiendo fuelle y ha cedido el segundo lugar a la corrupción y el fraude. Parece razonable, si nos atenemos al PIB en 2015 (3.2%) frente a la tasa de paro (21%), pero se trata de un hecho ciertamente ilógico en la medida en la que ambos se encuentran estrechamente unidos (como se aprecia en la gráfica siguiente) y el crecimiento en los próximos meses y años no está, en absoluto, garantizado. Desde la misma manera que el PIB de un país no crece por real decreto, resulta poco razonable pensar que el empleo se recuperará mediante una ley, por el único hecho de derogar. La reforma de 2012 era necesaria si nos atenemos a la tasa de desempleo que se alcanzó con anterioridad a su promulgación y a la destrucción de 400.000 empleos que hubiese tenido lugar en su ausencia, de acuerdo con los cálculos de la Comisión Europea. Tanto la Comisión como la OCDE coinciden en que la reforma laboral ha conseguido sobre todo reducir la pérdida de empleo, teniendo un efecto más limitado sobre las nuevas contrataciones, siendo uno de los principales problemas la cronificación del paro de larga duración, que recae principalmente sobre trabajadores poco cualificados. A su vez, la creación de contratos indefinidos está aumentando de manera lenta. Las propuestas de los partidos, en consecuencia, deberían centrarse más en el modelo productivo y en cómo generar empleo.


Fuente: Comisión Europea

miércoles, 30 de marzo de 2016

El impacto terrorista en Europa

A DÍA DE HOY NO SE ENTIENDE NI LA VIDA NI LA CULTURA
ESPAÑOLA SIN LA APORTACIÓN COMUNITARIA TANTO
EN MATERIA ECONÓMICA COMO EN MATERIA SOCIAL

El pasado 22 de marzo fuimos nuevamente testigos de la sinrazón que supone cualquier tipo de terrorismo, y de forma más concreta, el que últimamente está poniendo en jaque a los servicios de inteligencia de todo Europa: el Yihadista. Este nuevo episodio de terror que se vivió en la capital europea, además de la consternación e impotencia que ha provocado por las más de treinta vidas sesgadas, alguna de ellas de nacionalidad española, también pone de relieve la fragilidad que padece la Unión, no solamente con respecto a la prevención de riesgos, sino también en el ámbito puramente político.

Mucho se ha hablado y se ha comentado en los medios acerca de la ineptitud de la policía belga y sus cuerpos de inteligencia, pero querer reducir a este único elemento el problema de seguridad que está padeciendo Europa es no entender los diversos retos que afronta la Unión de cara a su futuro.

DAESH (Estado Islámico) y su maquinaria del terror, además de suponer una amenaza constante para el mantenimiento de la paz en los países de la región, ha provocado de forma directa la migración de más de cuatro millones de personas, y esto en lo referente únicamente a Siria. Este panorama, bautizado por los medios como “la crisis de los refugiados”, ha supuesto para los gobiernos de la Unión Europea un serio aviso para que estos despierten de sus aletargados sueños. Y es que, son tan numerosos los problemas que esta situación presenta, que no resulta fácil diferenciar de manera razonada cuales de los efectos producidos por esta crisis de refugiados son, además de al propio estado terrorista, claramente achacables a unos u a otros.
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Europa se sitúa, sin duda, ante una de sus mayores crisis
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De pronto nos hemos despertado de este sueño de la “Europa Unida” y se nos ha dicho que hemos estado haciendo las cosas mal desde hace mucho tiempo, y no solo en el aspecto político, al parecer en el económico tampoco se ha estado muy acertado. A estas alturas no es difícil encontrar a altos funcionarios de la Unión Europea acusando abiertamente a países miembros de no poner en práctica los consejos que se les había trasmitido desde Bruselas en materia de seguridad. Tampoco es difícil encontrar a destacados miembros de ejecutivos europeos, como es el caso del Ministro Margallo, responsabilizando a la UE de no agilizar los trámites para poder realizar el efectivo acogimiento de refugiados en suelo nacional, o las quejas de unos Estados con respecto de otros por no estar de acuerdo en la estrategia de contra-inteligencia a seguir con los propios refugiados de los que se tiene sospecha y que actualmente consiguen pasaportes en Turquía para poder entrar en Europa. Y a todo esto hay que unirle el popular “Brexit” por el cual Reino Unido puede que dé por terminada su participación en el proyecto europeo común. Sin embargo, lo más alarmante es que todas estas cuestiones pertenecen a temas diversos, como son: seguridad europea, acogimiento de refugiados (con todo lo que ello conlleva), problemas económicos, culturales, etc. o el posicionamiento geopolítico de la Unión Europea con respecto al conflicto Sirio.

Además de lo ya mencionado, los países de la Unión se han echado sobre si mismos otra pesada losa frente a la opción pública, el mal explicado pacto de los veintiocho con Erdogan, por el que acuerdan la expulsión de los refugiados que lleguen a Grecia desde Turquía. Dicho pacto no es tan simple como el titular de la propia noticia nos quiere hacer pensar. Sin embargo, hay que reconocer que una vez más el tacticismo político de los países miembros ha brillado por su ausencia. Pocos pactos podían dar una peor imagen de cara a la opinión pública, y más en un momento tan delicado como en el que nos encontramos, por no mencionar la ruptura de algunos países, como Polonia, del acuerdo acogimiento de refugiados, afirmando que cierran sus fronteras a todo refugiado.

Esta situación provoca, como ya se ha mencionado, una crisis interna, no solo desde el punto de vista de la seguridad o la cooperación, sino también en relación a los propios valores y principios sobre los que se fundó la Comunidad Europea. Si no somos capaces de priorizar las amenazas comunes frente a las propias, si no somos capaces de apoyar y posicionarnos en el lugar de otros (sean refugiados o estados miembros) y no somos capaces de presentarnos frente al resto de países como una alternativa será y responsable de gobierno, muy probablemente no seremos capaces de hacer que este proyecto perdure a largo plazo.

En lo que a España respecta, debemos de tener nítidamente claro que la participación en el proyecto europeo nos ha traído consigo los mayores años de prosperidad económica, social y política. A día de hoy no se entiende ni la vida ni la cultura española sin la aportación comunitaria tanto en materia económica como en materia social. Por ello debemos de adoptar una postura más activa en la defensa de los principios europeos, y si ello nos supone la enemistad con algún estado miembro o con la opinión pública, debemos entender que la participación en este proyecto acarrea no solo derechos, sino también responsabilidades. Por ello, seria un gran avance que España, por todo lo sufrido en materia terrorista a lo largo de su historia, encabezara las relaciones inter-institucionales de la unión y que buscara una solución a este problema que actualmente parece encontrarse anclado en los discursos internos de cada país que sin tener altura de miras están llevando al abismo lo que tanto tiempo se ha tardado en conseguir.

Luis Miguel Melián

sábado, 26 de marzo de 2016

El turismo como salvavidas

CUANDO ALGUIEN MENCIONE "VACACIONES" EN CUALQUIER PARTE
DEL MUNDO, LA MENTE DE LAS PERSONAS DEBERÁ EVOCAR ESPAÑA

El pasado 20 de Enero tuvo lugar un acontecimiento muy significativo que, sin embargo, pasó un tanto desapercibido. Durante 4 días concurrieron a la Feria de Madrid más de 232.000 profesionales de la industria turística (un 60% más que el año pasado) provenientes de lo largo y ancho del globo, llegando a una cifra de 165 países. Hablamos de FITUR, la Feria Internacional del Turismo, considerada a nivel mundial el segundo mejor evento de este sector tan importante y especial para nuestra nación.

Durante estos difíciles años que hemos sufrido de crisis, el turismo ha sido un salvavidas para muchos de nosotros, un sector que siempre ha ofrecido trabajo y oportunidades en unos tiempos donde eran difíciles de encontrar. No cabe duda de que en las últimas décadas el motor principal de nuestra economía ha sido el sector de servicios y España ha adquirido una fama mundial como lugar de preferencia para disfrutar de las vacaciones. Marbella, Benidorm, Ibiza, Santander o Sanxenxo son solo algunos de los numerosos puntos concurridos por millones de personas tanto nacionales como extranjeros en épocas estivales. 
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La playa del Sardinero es una de las más populares del norte de España
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Esto por supuesto debería ser un motivo de orgullo para nosotros, pero no nos podemos quedar ahí. Hemos logrado ser un referente global enseñando al mundo todo lo que nuestro maravilloso país es capaz de ofrecerles. Ahora es el momento de consolidar ese liderazgo obtenido a través de muchos años de esfuerzo y sacrificio. No nos podemos quedar en ser una moda pasajera, sino que cuando alguien mencione "vacaciones" en cualquier parte del mundo, la mente de las personas evoque ese verano recorriendo las playas del Cantábrico, ese invierno bajando las cumbres de los Pirineos, o esa gran primavera soleada en Mallorca.

Para que esto sea posible, todos tenemos que aportar nuestro granito de arena. Gran parte de la población española vive directa o indirectamente del turismo, lo que conlleva la responsabilidad de sacar todo ese encanto, esa magia y ese arte inherentes a nuestro pueblo, ya que como popularmente se dice "los lugares los hacen la gente".

Guillermo González

viernes, 25 de marzo de 2016

Día 96: Seguimos sin Gobierno

LAS TAREAS DEL PRIMER DÍA DE LEGISLATURA SERÁN CON TOTAL 
SEGURIDAD LAS MISMAS HASTA EL ÚLTIMO DÍA DE GOBIERNO

Es curioso ver cómo surgen infinidad de opiniones acerca de lo que va a ocurrir de aquí a, digamos, que se forme Gobierno, por no insinuar una repetición de elecciones. Que si Podemos subirá, que si el PSOE terminará de hundirse, que si Ciudadanos se convertirá en tercera fuerza, etc. Cada medio, cada periodista, cada político ve el futuro de una manera distinta, pero nadie parece que tenga mucha seguridad de sus propias palabras. Lo que creo que sí se puede decir con total confianza es que los objetivos más importantes del próximo presidente van a ser la economía y la unidad de España. Si esto peligra, peligra todo.

La realidad del país es tremendamente delicada. La situación económica necesita una consolidación definitiva no solo en la creación de empleo con reformas profundas en políticas activas (simplificando la legislación para reducir la incertidumbre entre los empresarios), sino también en la generación de un ambiente de mercado libre. Eliminar trabas administrativas, mejorar la financiación para proyectos empresariales o crear incentivos de índole financiera y fiscal para promover el emprendimiento son medidas urgentes de cara a conseguir una liberalización del mercado necesaria que ya ha traído sus primeros beneficios. Como indica el economista Daniel Lacalle "a pesar de las mejoras de los últimos años, seguimos siendo uno de los países donde es más lento y caro empezar una actividad empresarial". La competitividad del país debe crecer y conseguir con ello una recuperación total de la economía que permita a España y a los españoles encarar el medio y largo plazo con unas perspectivas fiables. Expansión muestra varias ideas cruciales que permitirán un avance claro.
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Fuente: Vanity Fair
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Por otro lado la soberanía del país se presenta como uno de los peores dolores de cabeza que va a tener el presidente de la XI legislatura. España es ella y sus 17 circunstancias.

Querría aquí hacer un pequeño paréntesis para explicar un poco de pizarra, un poco de teoría. Personalmente me gusta examinar la gestión de los mandatarios públicos comparando la situación de su entorno (ya sea concejalía, diputación, ministerio, etc.) en el momento en el que lo recoge y en el que lo delega. Por este motivo creo que Artur Mas ha sido uno de los peores presidentes de la Generalitat de Cataluña porque si uno analiza el resultado de su gestión lo primero que ve es la ruptura y separación de su pueblo. En las últimas elecciones regionales el voto independentista obtuvo el 48% los votos mientras que aquel que defendía la unidad del territorio nacional recogió el 52% de las intenciones.

Sea como sea, la principal labor del próximo Jefe del Ejecutivo pasa por estrechar los lazos que unen a todos los españoles. Dentro de la legalidad se deben emplear todas las herramientas posibles por establecer unos cauces de unión definitiva que no peligre con una simple propaganda fácil. Y no me estoy mostrando aquí favorable a la celebración de un referéndum, por muy legal que fuera o por mucho que este obtuviera un 90% de voto constitucional, sino por la implantación de un sistema autonómico (sí, autonomías y no federaciones) que nos una como país.

Por último añadiría la lucha contra la corrupción a las principales tareas del próximo presidente, planteándolo en un formato 2+1: economía y soberanía + corrupción. Para ello haría una triple propuesta:
  1. La mejora con carácter de urgencia de los mecanismos de vigilancia, transparencia y rendición de cuentas para combatir la corrupción entre los cargos públicos.
  2. El reajuste de la administración de la justicia agilizando y asegurando su rápida ejecución de las resoluciones.
  3. La implantación de una serie de medidas comunes a todos los planes de transparencia y regeneración democrática de los partidos políticos. Sin embargo, debe ser cada institución la que decida su nivel de exigencia interna a la hora de tratar asuntos propios.
Son tareas del primer día de legislatura, pero con total seguridad lo sigan siendo hasta el último día antes de la formación de nuevo gobierno. Trabajemos en ello sin olvidar que España y los españoles tenemos la oportunidad –y la propia obligación– de salir reforzados de la crisis económica, territorial e institucional de los últimos años.

Julio Wais

martes, 22 de marzo de 2016

La prescripción de medicamentos en España

DESDE EL MINISTERIO DE SANIDAD SE VALORA POSITIVAMENTE EL TRABAJO DE
LOS PROFESIONALES SANITARIOS, QUE CON MUCHA PROFESIONALIDAD Y RESPETO 
CUIDAN DE AQUELLOS QUE SE ENCUENTRAN MOMENTOS DE DIFICULTAD

Han sido muchos los reproches entre las distintas organizaciones que engloban a los enfermeros y el Ministerio de Sanidad. Ha sido una guerra que no ha salido a la luz, pero sin duda alguna, se trata de un tema que afectará a todo el que desgraciadamente tenga que pisar un hospital. ¿Deberían las enfermeras poder prescribir fármacos?  Y sobre todo  ¿qué tipo de fármacos? Comencemos por el principio:


¿Quién puede prescribir en España? Solo los médicos, odontólogos y podólogos pueden prescribir un medicamento que necesita receta.


Desde la Ley del Medicamento de 2009 ya se reivindicaba por parte de enfermería regular la prescripción de algunos medicamentos que necesitan receta, y que en la práctica se estaba realizando sin su necesaria cobertura legal, es decir, se estarían cometiendo ilegalidades. Sin embargo, el Real Decreto sobre prescripción enfermera del pasado 23 de octubre, ha causado mucho revuelo al permitir sólo la prescripción de medicamentos sin receta sin recoger sus reivindicaciones.
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¿Deberían las enfermeras poder prescribir fármacos?
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La postura del ministerio se basa en 2 argumentos. El primero de ellos defiende que para poder prescribir no solo sirve la experiencia clínica. Es necesario modificar los planes de estudios del grado en enfermería para otorgar más peso a aquellas asignaturas que traten los mecanismos y efectos adversos de los fármacos. Realizar esto sería el primer paso inevitable para poder satisfacer las necesidades planteadas por los enfermeros.

Aun así, el segundo argumento tiene todavía más peso, el cuál defiende  lo siguiente: quien prescribe es quien diagnostica (es decir, el médico). Tenemos que hacer alguna aclaración al respecto, ya que diagnosticar no sólo es averiguar tras una rigurosa anamnesis y pruebas complementarias la patología que padece el paciente, si no supone también  comenzar a valorar el equilibrio entre los efectos beneficiosos y los posibles efectos adversos de los fármacos, así como modificar el tratamiento a otros grupos de medicamentos cuando se presenten complicaciones (es necesario por ello saber reconocer dichas complicaciones.)


Por lo tanto, desde el Ministerio de Sanidad se valora positivamente el trabajo necesario de los profesionales sanitarios, en este caso de los enfermeros, que con mucha profesionalidad y respeto cuidan de aquellos que se encuentran en un momento de dificultad. Sin embargo, por los argumentos esgrimidos, y siguiendo directrices europeas y de otros países de nuestro entorno, es imposible poder satisfacer aquellos requerimientos planteados, y se valorará pedir responsabilidades a los anteriores responsables del Ministerio, que con sus declaraciones, pudieran haber creado falsas expectativas en los trabajadores sanitarios.

Miguel Ángel Rojas

viernes, 18 de marzo de 2016

Toros sí: una defensa jurídica de la Tauromaquia

ADEMÁS DE CULTURA Y TRADICIÓN, LA TAUROMAQUIA
TIENE CONSECUENCIAS ECONÓMICAS E IMPLICACIONES
JURÍDICAS IMPORTANTES, QUE CONVIENE NO OLVIDAR

Una vez más, y en consonancia con algunas corrientes sociales existentes en nuestro país en los últimos años, se ha vuelto a levantar una densa polvareda en torno a la cuestión de la tauromaquia. En esta ocasión, Valencia se convirtió el epicentro de la polémica.

El pasado fin de semana una veintena de activistas antitaurinos, semidesnudos y cubiertos de trazos de pintura roja, se manifestaron frente al Ayuntamiento de Valencia bajo el lema “Per Unas fallas sense sang” (“por unas fallas sin sangre”) y llamaron a “dar voz a los animales” y a unirse a su silencio. Asimismo, unas diez mil personas, según la Delegación del Gobierno, recorrieron las calles de la capital del Turia en defensa de los festejostaurinos.

Además de cultura y tradición arraigada en España, la tauromaquia tiene consecuencias económicas e implicaciones jurídicas importantes, que conviene no olvidar. Por ello, dejo a poetas y artistas, a maestros y aficionados, que se enganchen en apasionantes conversaciones sobre el drama y la tragedia, sobre si la lucha del hombre contra la bestia sin más armas que un una muleta y una espada se puede considerar arte o no. Por mi parte, me veo en el deber de hacer una serie de consideraciones jurídicas para aportar algo de claridad a un debate en el que se han retorcido tanto algunos conceptos que han acabado por perder su significado.
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La tauromaquia forma parte del patrimonio cultural español

En su concepción clásica, la Justicia es dar a cada uno lo suyo. Lo que a cada uno corresponde varía en función del sujeto de que se trate. Así, para determinar los derechos de un determinado ser, es preciso establecer, con carácter previo, qué seres pueden ser sujetos de derechos. Y la respuesta no es ni puede ser otra que las personas. En efecto, sólo las personas tienen derechos. Como señala el profesor Álvaro D’Ors,

El hombre es un ser vivo animado, no por un principio vital que, como el de los animales, se extingue con el cuerpo, sino por un alma espiritual que le permite reflexionar racionalmente sobre sí misma y las cosas, de lo cual están privados los otros seres vivos

Pues bien, esta idea, sencilla en su formulación, trae problemas en la práctica. Si los animales no tienen derechos, ¿se puede hacer con ellos lo que se quiera sin violar principios de justicia? No es mi propósito ahondar aquí en esta cuestión filosófica, pero me parece importante recordar a la ciudadanía en la época actual que los animales están al servicio de las personas, y no al revés. Ello legitima servirse de ellos para distintas finalidades: la comida, el transporte, la compañía… y sí, también el espectáculo.

En este contexto, se justifica que el pueblo español reivindique su derecho a seguir disfrutando de las corridas de toros. A pesar de las desafortunadas prohibiciones de la fiesta nacional que tuvieron lugar en Barcelona y San Sebastián, no debe olvidarse que la tauromaquia forma parte del patrimonio cultural español de pleno derecho en virtud de lo dispuesto en la Ley 18/2013, de 12 de noviembre. Y como tal patrimonio, debe ser protegido, por fuerte que pueda llegar a ser la presión mediática o social. Así, dispone el artículo 13 de la referida Ley que

En su condición de patrimonio cultural, los poderes públicos garantizarán la conservación de la Tauromaquia y promoverán su enriquecimiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 46 de la Constitución.

Las corridas de toros son un espectáculo único en el mundo, del que la muerte de los morlacos es parte fundamental. Es comprensible que no guste a todos, pero aquellos a los que, con razón, les pueda desagradar, no deben caer en la tentación de enarbolar la bandera de los falsos derechos de los animales. Sencillamente, pueden no ir a las corridas, algo a lo que sí tienen derecho. De igual modo, aquellos amantes de la fiesta que lo deseen, tienen derecho a seguir disfrutándola. Al final, como en tantas otras ocasiones, la solución se encuentra en respetar la libertad.

Amadeo Lora

miércoles, 16 de marzo de 2016

La tasa impositiva y la recaudación estatal

AUNQUE UNA SUBIDA DE IMPUESTOS PUEDA TRAER UN AUMENTO DE LA RECAUDACIÓN,
LO HACE A CAMBIO DE DESINCENTIVAR LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DEL PAÍS.

Los impuestos son una de las principales fuentes de recaudación del Estado. Su idea original es simple: el ciudadano, a cambio de gozar de una serie de bienes y servicios públicos, como el transporte, las carreteras, la sanidad, la justicia o la educación, entrega al Estado un porcentaje de cada transacción económica. Los impuestos actúan como una fuente de financiación para que el Estado pueda proveer y mantener dichos servicios, y como una fuente de redistribución de riqueza, para reducir las desigualdades económicas. Podríamos decir que los impuestos son el precio a pagar por disfrutar del marco económico y social que ofrece el Estado.

¿Cómo puede el Estado recaudar más mediante los impuestos? A primera vista, lo lógico es aumentar la tasa impositiva, es decir, el porcentaje que se queda el Estado del bien gravado. Si el Impuesto de Sociedades se encuentra fijado al 25% del resultado de la empresa, de fijarse al 30% el Estado debería recaudar más dinero. Pablo Iglesias, con su plan de aumentar en 96.000 millones de euros el gasto público sigue esta idea. Su plan requiere conseguir un tercio de esa cantidad mediante el aumento de los impuestos, pero parte de una consideración equivocada

Las personas cambian su actividad económica en función de la tasa impositiva. Si la tasa impositiva está al 0%, el Estado no recaudará un céntimo, pero tampoco lo hará si se fija al 100%, porque nadie trabajaría. Cuando una persona va a realizar un negocio, lo hace porque cree que le va a ser rentable. Si el Estado sube los impuestos, todas aquellas actividades que estaban al borde de la rentabilidad necesaria para llevarse a cabo, dejan de ser rentables. Mientras la recaudación extra supere a la recaudación pérdida, el Estado tendrá ganancia, pero si se suben los impuestos lo suficiente llegará un momento de pérdida
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EEUU en los 80 recortó mucho sus impuestos, pero dobló la recaudación total
Una pregunta previa a la subida de impuestos es qué efectos puede traer. La subida de impuestos, bien utilizada, puede traer beneficios en forma de mayores servicios sociales. Sin embargo, en casos de corrupción gubernamental, o de mala utilización de fondos, se está ahogando la economía, no ayudando a la sociedad. ¿Por qué se ahoga a la economía? Porque ante una subida del Impuesto de Sociedades, una empresa puede reaccionar de cuatro maneras. Asumir la pérdida en su cuenta de resultados; pasar la pérdida al ciudadano, aumentando sus precios para mantener su rentabilidad; disminuir su inversión, eligiendo opciones más rentables para su capital como una inversión en otro país con menores impuestos; y retirarse por completo del mercado. Todas son perjudiciales.

Tenemos ejemplos de ambos casos. Los países nórdicos de Europa, con tasas impositivas muy elevadas, suelen liderar las listas de calidad de vida a nivel mundial. Por otra parte, Estados Unidos en los años 80 recortó muchísimo los impuestos, pero dobló la recaudación total. Es cierto que la recaudación aumentó menos de lo que aumentó el PIB, pero también lo es que el PIB podría no haber aumentado tanto de no habérsele dado ese aire a las empresas. El resultado fue una ganancia tanto para el Estado como para la sociedad.

La idea que quiero dejar clara aquí es que el Ministerio de Hacienda debe saber que la tasa impositiva es una herramienta de doble filo. Aunque una subida de impuestos puede traer un aumento de la recaudación (a corto plazo), lo hace a cambio de desincentivar la actividad económica del país (en el largo). Para fijar el nivel de impuestos, el plan de mi Ministerio sería realizar un estudio que fijase lo siguiente: cuál es el nivel de recaudación que permite la realización de los servicios sociales mínimos, cuál es el nivel de impuestos que desincentiva la actividad económica más de lo que puede producir, y en que nivel de esa recta conviene situarse para maximizar la producción y la calidad de vida del país. En épocas de bonanza,  puede convenir subir los impuestos para ayudar a los más pobres, si permite mantener suficiente actividad económica. En épocas de recuperación, como la actual, conviene fomentar la economía, y subir los impuestos puede constituir un golpe mortal.

Gonzalo Aguilar

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Y mientras tanto qué?

UN CAMBIO EN LAS CARTERAS MINISTERIALES PODRÍA AFECTAR
A LOS GRANDES PROYECTOS QUE ESTÁN EN MARCHA

Mucho se está hablando últimamente sobre los efectos de la incertidumbre política y las consecuencias de la celebración de unas nuevas elecciones, previsiblemente, el próximo 26 de junio. El sector de la industria y la construcción no son ajenos a esta realidad.


El comienzo de la crisis que estamos dejando atrás viene íntimamente ligado al estallido de la burbuja inmobiliaria, cuyos motivos son variados y de distinta índole pero que no nos conciernen en este momento (aumento exagerado del valor de la vivienda, política monetaria poco centrada en amortiguar la inflación de determinados activos, concesión no controlada de créditos e hipotecas, la desincentivación del ahorro con tipos reales negativos, etc.).


Fuente: Sociedad de tasación
De forma semejante, un buen reflejo de la mejora del mercado laboral podría ser la disminución de la dependencia del sector servicios en términos de ocupación laboral. Este sector, que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ocupa aproximadamente al 75% de la población activa, casi 14 millones de españoles (2015 T4), ha crecido desde un 66,5% (2008 T1) hasta un 76,2% (2015 T4) apoyado sobre todo por la bajada del sector industrial y de la construcción. El problema aparece cuando la alta tasa de temporalidad y la estacionalidad propias del sector servicios favorecen una inestabilidad en el mercado laboral si la dependencia de éste es alta.

Sin embargo, desde el año 2014 hasta el tercer trimestre de 2015 los sectores de industria y construcción crearon cerca de 400.000 puestos de trabajo (fuente INE), lo que hacía pensar que se estaba cerrando una época de crisis en este ámbito. El aumento en la contratación debido principalmente a la inversión en obras y proyectos (tanto públicos como privados) generó cierta confianza en un sector que había sufrido más que el resto los estragos de la crisis. Datos del Ministerio de Fomento muestran que el número de visados solicitados para construir nuevas viviendas se disparó un 42,5% durante 2015, que pese a ser el mejor desde 2010 se encuentra todavía lejos de los 865.561 registrados en 2006.
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El sector de la construcción será uno de los que más sufra la incertidumbre política
A pesar de este crecimiento esperanzador la caída de la inversión en obras públicas (respecto a épocas previas a la crisis) y la estrategia de internacionalización de los grupos principales (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, OHL y Sacyr), han derivado en que el mercado nacional represente solamente el 11% del total de sus proyectos con un valor de 9.747 millones de € al cierre de 2015, con un descenso del 17% respecto al año anterior.

En un horizonte próximo el sector de la construcción será uno de los que más sufra la incertidumbre política, ya que un gobierno en funciones no puede impulsar un aumento de gastos ni créditos extraordinarios, a lo que habría que añadir que un cambio en las carteras ministeriales podría afectar a grandes proyectos que están en marcha. La fuerte dependencia del ámbito de las infraestructuras respecto al Gobierno Central  supone, en estos momentos, una gran desventaja en relación a otros mercados menos afectados.

Todo esto debería resolverse a partir del ya mencionado 26 de Junio, pero … ¿y entre tanto qué?

Juan Abascal Alonso

lunes, 7 de marzo de 2016

Sobre el estado de la Nación (I)

LO QUE LOS ESPAÑOLES QUIEREN ES LA ESPAÑA
CONSTITUCIONAL, SOBERANA Y DEL BIENESTAR

En unos días en los que la actualidad política e informativa cambia a una velocidad vertiginosa es complicado saber en qué momento pronunciarse ya que las opiniones de uno pueden estar basadas en hechos con fecha de caducidad inmediata. Por este motivo hay que aprovechar cualquier parón para levantar la mano y hablar antes de que la rueda se ponga de nuevo a girar.

Tras 78 días desde las elecciones nos encontramos en un parón tras los pasados intentos de investidura en elque, a pesar de seguir siendo esclavos de los últimos tweets, podemos coger aire para empezar. Ahora que está tan de moda que cada uno lance sus propuestas, aquí va la mía: comentar dos arranques, dos comienzos.

El primero es el de la XI legislatura de la actual democracia española. Las fuerzas políticas no confluyen y, a parte del pacto de los toros de Guisando, no ha habido más acuerdos. Y no ha sido posible, descartando el "hipotético" egoísmo interno de los partidos, por las lecturas tan incorrectas que se han sacado de los resultados electorales. Unos hablan acerca del cambio y otros sobre los 7 millones. A pesar de toda la objetividad que puedan demostrar estos análisis, sigue sin ser el más neutral de todos. Y desde mi punto de vista ni ha ganado el Partido Popular ni ha ganado el cambio: lo que los españoles quieren es estabilidad. Ni Rajoy, ni Podemos. Estabilidad. Si tanto le gusta sumar votos al señor Sánchez, no debería perder un minuto en contar los 16.246.669 de votos que se le dio a la España constitucional, soberana y del bienestar.
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Y tenemos la inmensa suerte de que el deseo de los españoles reflejado en las urnas coincide con nuestra principal necesidad. El martes 1 de marzo el Ministro Margallo lanzó una pregunta sobre qué necesitaba España y los españoles. Sin duda a corto plazo España necesita de la estabilidad, aunque simplemente sea para resolver las cuestiones económicas más urgentes. En el largo, a los españoles nos sigue conviniendo una política asentada y fiable.

Pero estas ideas que lanzo son simples opiniones de mi visión de la realidad. Lo que resulta indudable es lo maravillosos que estos días están siendo. Ahora mismo la situación política del país está sumergida en un proceso apasionante que nos tiene a todos pendientes de la última noticia. En estos días, y más que nunca, es fundamental la participación ciudadana a través de diversos canales para que, como diría el señor Iglesias, “las personas confluyan”.

El segundo comienzo es el nacimiento a raíz de esta cuestión de El Ala Oeste de la Moncloa, un espacio virtual de ficción política en el que un gabinete formado por 12 ministros y ministras que a través del análisis, la crítica, la opinión, la propuesta, etc. busca comentar la realidad política actual y aportar nuestro granito de arena a la opinión pública. Bajo una presidencia que yo represento como Jefe de este Ejecutivo, queremos ser un nuevo foco de contenido. El blog se estará escribiendo desde 4 países (España, Estados Unidos, México y Perú) y el Gobierno lo formará gente de diversos puntos de nuestro territorio: León, Málaga, Tenerife, Palma, Córdoba, Madrid… Contamos con profesiones como abogados, economistas, médicos, periodistas, filósofos e ingenieros. Algunos están estudiando y otros en edad de trabajar. Se trata de un gran equipo de jóvenes que desde las perspectivas que ofrecen las diferentes carteras va poner de manifiesto cómo está y cómo nos gustaría que estuviera “el patio de nuestro país”.

¡Cuento, contamos con vuestro seguimiento de El Ala Oeste de la Moncloa!


Julio Wais